El Machu Picchu es un vestigio de la cultura inca y uno de los principales reclamos turísticos de Perú
Hace cinco siglos que nos acompaña, observándonos desde un promontorio privilegiado que sirve de unión a las montañas de Huayna Picchu y Machu Picchu. Situado a una altitud de 2.490 metros sobre el nivel del mar, lo que sin duda influyó en sus antiguos pobladores, Machu Picchu es un símbolo de Perú y posiblemente de toda América. Aunque existen dudas sobre su carácter o finalidad, prevalece la idea de que se trataba de un santuario religioso por encima de otras alternativas que le sitúan como una ciudad palaciega o una especie de fortaleza militar, a la que contribuiría su elevado emplazamiento.
La traducción de su nombre en quechua sureño sería montaña mieja, y originalmente podría haber sido conocido como Picho o Picchu. Su creación se asocia con el monarca inca Pachacútec, quien lo habría mandado construir alrededor del año 1450, dotándolo con impresionantes edificios civiles y religiosos que hacían gala de todo el lujo propio de la cultura inca y de la época. Es probable que Machu Picchu tuviese una población de entre 300 y 1.000 habitantes, perteneciente a la clase privilegiada, aunque no se tiene una certeza absoluta sobre este dato.
Vista parcial de las terrazas o escalones que conforman la denominada “Zona agrícola”
Se trata de uno de esos lugares que han pasado muchas veces por delante de nuestras retinas aunque nunca lo hallamos visitado in situ. El halo de misterio que le rodea y, especialmente, los espectaculares paisajes que le circundan hacen que su primera visión pueda ser una especie de experiencia mística para el afortunado turista que le contempla. Es un paraje de ensueño, que ya impresionó hace siglos a los primeros incas que lo poblaron.
El apartado de reconocimientos culturales ha sido generoso con el santuario histórico de Machu Picchu, que se convertía en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1983. Más recientemente, en el año 2007, se le consideró una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, en una votación que contó con la participación de cien millones de personas de todos los rincones del globo.
Desde el Templo del Sol puede apreciarse la impresionante altura a la que se sitúa la ciudad
Machu Picchu está dividido en dos sectores claramente definidos. Un primero ocupado por los edificios, con una superficie de 530×200 metros, donde se situarían al menos 172 edificaciones. El segundo es la zona agrícola, constituida por una especie de balcones o terrazas, situada en la ladera del promontorio donde se asienta la ciudad. Los límites de ambas zonas están delimitados por un foso y un muro intermedios.
La zona urbanizada se divide a su vez en dos sectores (Hanan y Urin), que se corresponderían con las divisiones de clases dentro de la jerarquía andina.
Este conjunto de ruinas y construcciones es el principal reclamo turístico de Perú, desde los primeros años del siglo XX, aunque no ha sido hasta una época relativamente reciente cuando se ha valorado en su verdadera magnitud este conjunto histórico.
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Fotografías | icelight
A vista de pájaro | Google Maps
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